VÍA "PX"

(90m aprox, Vº)

En solitario con el Silent Partner

Tallat Roig

Alzira (Valencia)

30-01-2009

Antes de comenzar a ver este reportaje, os recomiendo que le echéis un vistazo a los dos anteriores "repors" de escalada en solitario con el Silent Partner. 

Porque aunque esto no sea un manual de escalada en solitario, ni el manual de instrucciones del Silent Partner, creo que así podréis comprender mejor el método de escalada que utilizo y como, poco a poco, voy aprendiendo y evolucionando el sistema para ir ganando en rapidez y seguridad.

Aunque probablemente seguiré cometiendo errores e imprudencias (como en toda mi vida) y el primero de ellos tal vez sea escalar en solitario pero, para bien o para mal, este es el camino que hemos elegido...

Por eso estamos donde siempre, donde comienzan y acaban todas mis historias.
Pero, esta vez, nos vamos a saltar el viaje y la aproximación, que si habéis visto el "repor" de mi primera escalada en solitario de varios largos con el Silent Partner ya sabéis como se llega...
 ...al Tallat Roig.
Así que vamos al grano, vamos hacer la PX, una vía IVº+ con un último largo de Vº (de los de antes)...
... vamos a ponernos el arnés con todos los trastos...
... a ponerle el ballestrinque al Compañero Silencioso...
... a fraccionar la cuerda en varios tramos...
 ... separados por nudos ballestrinques unidos a mosquetones de seguridad...
... y vamos a escalar con mucho cuidado, que de momento llevo la cuerda de adorno...
... porque en el primer parabolt he dejado los trastos...
...y hasta el segundo (un químico que me inspiraba más confianza) no estoy asegurado. Lo suyo hubiera sido montar una buena reunión a pie de vía, pero si no se puede, hay que buscarse la vida, por eso siempre que se va en solitario hay que ir por debajo de tu nivel. Aunque un accidente lo puedes tener hasta caminado, así que yo no recomiendo a nadie que haga estas cosas.
Ahora bien, cada uno es libre de hacer lo que quiera, escalar en solitario no es ni mejor ni peor que escalar en compañía, simplemente es diferente.
Y, por supuesto, te ha de gustar.
Aunque está claro que es mucho más trabajoso...
... y que si te caes, puedes quedarte en una situación complicada...
... pero, a cambio, descubres sensaciones que en compañía jamás podrías llegar a percibir...
... y cuando montas la primera reunión, sientes que estás en casa, sientes que estás seguro.
Y aunque sabes que la vía no tiene grado y está complemente equipada...
... mientras limpias el largo, sueñas que eres un escalador solitario...
... y cuando llego hasta la mochila y veo que me espera mi mascota, recuerdo una de las historias del gran Walter Bonatti de su libro "Montañas de una Vida", concretamente la invernal en solitario a la norte del Cervino, en ella Bonatti llevaba colgando de su mochila a Zizì, un osito de trapo que le había regalado el hijo más pequeño de Pannatier, su amigo de Zermatt.
Pero basta ya de soñar, Bonatti además de ser mi ídolo, es el más grande alpinista de todos los tiempos, y yo sólo soy un principiante, que ha cambiado de método para subir de segundo...
... he sustituido los Shunt y el Ropeman, por dos Jumars con pedales caseros hechos a medida...
... y así hemos ganado en rapidez y seguridad.
Aunque, por mucho que queramos, escalar en solitario siempre será más lento y comprometido que escalar en compañía.
Siempre tendremos más dudas, si en vez de haber un compañero asegurándonos hay una mochila colgando en la reunión...
... pero de eso se trata esto, de vencer tus miedos, de controlar tus emociones ...
... aquí no venimos a buscar nuestros limites, aquí venimos a aprender un poco más de nosotros mismos...
... aunque no hace falta subirse hasta aquí para eso...
... cada uno tiene su propia forma "de hablar solo"...
... yo tengo esta, como otros tendrán otras, eso es lo de menos si al final consigues encontrar lo que estabas buscado en tu interior.
Aunque eso no sea tan fácil como montar la segunda reunión...
... limpiar el segundo largo...
... y desmontar la primera reunión.
Buscar en tu interior las respuestas a tus preguntas, no es tan sencillo como remontar una cuerda... 
... y volver a la segunda reunión.
Buscar en tu interior es mucho más difícil que hacer el diedro del tercer largo.
Y para encontrar lo que buscas, como en casi todos los diedros...
... te habrás de salir por fuera. Sólo así, viendo las cosas con perspectiva...
... podrás llegar, no sólo a la tercera reunión... 
... sino también a conocerte mejor...
... recordar de donde vienes...
... e incluso llegar a saber a dónde vas.
Pero no os dejéis engañar, al final, todo esto sólo son palabras y teorías...
... y lo único que nos queda después, son los momentos vividos ahí abajo...
... y la ilusión de seguir buscando nuestros sueños...