APROXIMACIÓN A LA VÍA "ESPOLÓN CENTRAL"

Puig Campana

Finestrat

(Alacant)

25 y 26 de febrero 2009

Después de meses de preparación y entrenamientos, por fin había llegado el momento de realizar mi primera vía de escalada clásica en solitario. 

Sólo había que esperar el día en que la AEMET nos diera buenas noticias para hacer la mochila y comenzar esta historia...

Una historia que comenzaba un miércoles, mientras unos dormían y otros se iban a trabajar...
... porque nosotros no tendremos trabajo, pero nos sobran historias para no quedarnos durmiendo.
Así que vámonos al Puig Campana por el interior, que hay menos kilómetros, es gratis y, además, se llega antes que por la autopista del Mediterráneo...
... aunque, si como yo, os mareáis en los coches, creo que no merece la pena, porque hay más curvas que en las carreteras de la Alpujarra.
Pero cambiando de tema, esto no era lo que decía la AEMET, para hoy me daban sol y nubes y un 15% de probabilidad de precipitaciones, y para mañana y pasado, sol y un 0% de probabilidad de precipitaciones. La lluvia no estaba en el guión de esta historia.
El tema era llegar aún de noche a Finestrat, hacer la aproximación al Puig Campana mientras amanecía y estar a pie del Espolón Central con los primeros rayos de sol... 
... pero tal y como están las cosas...
... será mejor meterse en el saco, "piltrar" un rato y esperar a ver qué pasa...
... y lo que pasa es esto...
... que son las doce de la mañana y aún estamos aquí.
La vía está clara, pero la roca está mojada, así que, ¿qué podemos hacer?
 El material me está pidiendo a gritos que nos vayamos para arriba...
... y aunque yo no sé decir que no...
... la verdad es que no lo tengo nada claro.
Si escampara, aún podríamos hacer tres largos, dormir en la tercera reunión y mañana terminar la vía...
... pero no me fío, ¿y si se pone a llover otra vez?
Bueno, vamos a pie de vía y allí lo decidiremos.
La entrada directa al Espolón Central...
... está a la izquierda del "Escudo"...
... marcada con una pintada en la pared...
... y cerca de ella encuentro un par de puentes roca para montar la primera reunión, que ahí se va a quedar para mañana...
... porque hemos decidido esconder los trastos...
... y volver tras nuestros pasos: no merece la pena arriesgarse a subir ahora, con estas nubes tan bajas. Este reportaje quiero hacerlo sin prisas y con sol, disfrutando de cada momento.
Además, en el coche tengo provisiones... 
... para hacerme la merienda-cena...
... y, aunque estemos solos, nunca me he sentido solo, la montaña me hace compañía.
Así que, a disfrutar de poder estar aquí en una tarde-noche de invierno contándoos esta historia.
 Porque aquí la montaña es la que manda y, aunque ahora nos gustaría estar durmiendo en alguna repisa del Espolón Central, si ella dice que no, es que no, y sólo podemos hacer una cosa, esperar a mañana.
Y por la mañana dice... 
... que subamos a por los trastos...
... y volvamos para casa, que otra vez será.