UNOS VÍDEOS, UNA REVISTA, UN LIBRO Y MI DESTINO

1 de junio de 2013

Ya lo he contado otras veces, pero para comenzar esta historia tenemos que volver allí.

Al año 1995, cuando me compré una colección de vídeo-fascículos de "Al Filo de lo Imposible" y me dije: yo quiero hacer eso. Quiero subir montañas, bajar barrancos, escalar, recorrer los paisajes en travesías y vivir mis sueños. Quiero hacer reportajes fotográficos, grabar vídeos y contar historias como hacen ellos, aunque no tengo ni puta idea de cómo hacerlo. Sólo sé que acabo de volver de la "mili", no tengo un duro y tengo que buscar trabajo.

Y así he pasado 19 años de mi vida, buscando trabajos con los que poder hacer realidad mis sueños. Que empezaron con las carreras, pues sabía que en aquellos tiempos lo otro era imposible. Pero como decíamos en la COE: "Lo posible lo hacemos enseguida, lo imposible tardamos un poco más".

Y en el año 2011, después de realizar cientos de reportajes fotográficos y grabar y editar 70 vídeos, estrenamos en la TV Comarcal el programa "Al Límit". Aquello significó cerrar un círculo: había llegado, en el mundo audiovisual, lo más lejos que puede llegar un tipo de Xàtiva sin contactos y autofinanciándose sus proyectos. Quería contar lo que hacíamos, cómo lo hacíamos y porqué lo hacíamos. Y lo hicimos.

Y todo esto comenzó a ser posible, en julio de 1999, cuando me compré el numero 36 de la revista "Grandes Espacios". Hasta entonces sólo había subido montañas en mi imaginación, pero leyendo aquel especial Pirineos comprendí que las montañas eran mi destino.

Y corrí a comprarme una mochila y en la sección de montaña del Sprinter, encontré una estantería llena de libros de la editorial Desnivel, y otra vez mi destino, sin saber yo porqué, quiso que me comprara el libro "Montañas de una vida", de un tal Walter Bonatti; otro círculo se cerraba, había encontrado mi estilo.

Y así empecé mi camino en las montañas, una ruta que me llevó entre otras historias a subir todos los tresmiles de los Pirineos.

Y un buen día recibí un e-mail, y otro círculo se cerró, otra vez mi destino...

Aquí tenéis la entrevista que me realizó Dioni Serrano, para redactar el artículo sobre mi proyecto.

Si no me salen mal las cuentas, tenías 23 años en 1999, ¿no es así?

Nací el 16 de mayo del 75. En 1999, cuando me compré el numero 36 de la revista "Grandes Espacios", ya había cumplido los 24 años.

 

En 2008, cuando decidiste subir todos los tresmiles, ya tenías 20, pero ¿los contaste ya como hechos dentro del proyecto?

Exactamente tenía 21 y sí que los conté, porque para mí este proyecto comenzó sin saberlo el 17 de julio del 2003, cuando subí mi primer tresmil. Pero exceptuando la Punta del Sabre y el Aragüells, todos los demás tresmiles de esos 21 que ya tenía, los volví a subir (algunos varias veces) entre el 2008 y el 2011. Al ser estos 21 en su mayoría cimas principales, las jornadas de tresmiles solían terminar a última hora de la tarde en alguna de estas cumbres. Era bonito recordar aquellas primeras ascensiones, mientras se escondía el sol tras las montañas y comenzábamos el descenso.

 

¿Seguiste algún método? Es decir: ¿por aristas, por macizos, por orden de dificultad?

El libro de Miquel Capdevila “Los tresmiles en 30 jornadas” fue mi guía para recorrer las aristas y poder encadenar la máxima cantidad de tresmiles en una jornada, pero cambiando de macizo en cada actividad. Lo que más me gustaba de este proyecto era cambiar de zona durante el mismo viaje, acampar en lugares mágicos y diferentes en cada jornada y hacer aproximaciones distintas para cada actividad, así además podíamos mostrar en los reportajes fotográficos y vídeos, cómo vivíamos y nos movíamos de un lugar a otro del Pirineo a lo largo de los días que duraban las vacaciones de verano.

 

¿Cuál fue el primer pico? ¿Y el último?

El Aneto, el Posets y el Monte Perdido, fueron por este orden mis tres primeros tresmiles, en aquella maravillosa travesía que realicé en solitario siguiendo el Gr-11 desde Benasque hasta Canfranc, en el verano del 2003.

Y el último tresmil fue la Torre Salenques el 19 de agosto de 2011, aunque aquella jornada la terminamos en la cumbre del Aneto, donde curiosamente sin saberlo habíamos comenzado este proyecto el 17 de julio de 2003.

 

¿Han sido mayoría los que has hecho solo? ¿Quien te ha acompañado más veces?

En los primeros años casi todos en solitario, excepto algunas actividades inolvidables como la travesía invernal al Posets del 2007 con mi gran amigo Ricardo Carpio, y las crestas Salenques-Tempestades y de los Quince Gendarmes junto a Antonio Llopis, otro gran amigo. Sin olvidar al gran montañero y amigo Gorka Azkarate, que también ha subido todos los tresmiles y al que precisamente conocí en las montañas gracias a este proyecto. Juntos hicimos la cresta de Llosás y del Medio hasta el Maldito en el 2009 y los dos repetimos juntos la arista Salenques-Tempestades en el 2011 para que yo subiera la Torre Salenques, mi último tresmil.

 

¿Cuál es el tresmil que más se te ha resistido?

Más que una cumbre, yo diría que la jornada de tresmiles que más se me ha resistido, ha sido la de los 5 Picos Russell. Tuvimos que ir 3 veces, siempre con mal tiempo y por 3 diferentes rutas: Vallibierna, Salenques y Llauset, para hacerlos todos, pero gracias a que la montaña nos lo puso difícil, pudimos conocer 3 valles, 3 aproximaciones distintas y 3 lugares mágicos donde acampamos y vivimos momentos inolvidables, que es para lo que realmente vamos a las montañas. Lo de subir tresmiles es sólo la escusa para hacernos la mochila y tirar para arriba.

 

¿Cuáles son tus diez tresmiles preferidos?

 Por orden y motivo:

1 - El Aneto: Por todo lo que hemos vivido las 7 veces que lo he subido y en especial la Nochevieja del 2006.
2 - El Monte Perdido: Por su cara norte y por los campamentos y vivacs que hemos hecho a sus pies.
3 - La Torre Salenques: Porque tiene todo lo que busco en las montañas, una bonita y dura aproximación, un vivac mágico, un poco de dificultad técnica, unas buenas vistas desde la cumbre y además está integrada en una de mis actividad favoritas, la cresta Salenques Tempestades.
4 - El Culfreda: Por su cara norte y por acampar en las campas del Cortail de Batoua.
5 - La Torre Costerillou: Por hacer la cresta Costerillou.
6 - El Bachimala: Porque para mi tiene las mejores vistas del Pirineo y por el vivac que hice en su cumbre.
7 - El Pico Alba: Por hacer la cresta de los Quince Gendarmes.
8 - El Lézat: Por hacer la cresta de las agujas de Lezàt y el paso del Gendarme Blanco.
9 - El Vignemale: Por las vistas del glaciar de Ossoue mientras haces la cresta del Petit Vignemale.
10 - El Pic Long: Por el vivac en el Lac Tourrat.